Hoy en día reflexionar sobre las cosas que pasan en nuestras calles no nos llevan a otro lugar que no sea la depresión y el estrés, estar fuera tu casa para distraerte del trabajo y de las responsabilidades en la actualidad significan arriesgarse al peligro, siendo que caminar por un centro de alguna ciudad, o alguna calle popular no deje otra salida que estar pendiente totalmente de tu entorno y que tu único escudo sea no confiar en nada.
En cualquier lugar y a cualquier hora de día te puede llegar la mala suerte de que el hampa note tu presencia y haga su trabajo, hemos visto en diferentes prensas y fuentes de información noticias increíbles, asesinatos por no encenderle un cigarrillo a un desconocido, o los ya acostumbrados casos de asesinatos por el robo de una moto, estos ya son temas repetitivos e incluso aburridos para los Venezolanos que nos hemos acostumbrado a lidiar con esto todos los días. Y es que todos tenemos un conocido al cual le han robado, e incluso algunos tenemos la mala experiencia de la perdida de un ser querido por ello, sin embargo parecemos olvidarlos y dejarlo atrás, quizás como una necesidad.
Como ciudadanos nos damos cuenta de que las cosas están fuertes, algunos se quejan, otros lo ignoran a propósito y otros los obligan a ignorarlo, pero lo cierto es que lo vivimos todos, en todas las calles de todos los barrios, todos han vivido alguna mala experiencia de este tipo, pero eso no es lo peor, el problema es que incluso aquellas que han tenido suerte y no han presenciado tales sucesos están en camino a vivirlos casi sin poder evitarlo y de nuevo la gente pare olvidarse de esas cosas, solo quieren vivir su vida.
Podríamos pensar que estando dentro de nuestros hogares estamos a salvo, pero ya ni siquiera eso nos deja fuera de maldad, los nuevos "Modus operandis" que cada una de las bandas delictivas manejan, parecen tener todos los agujeros tapados, pareciera que ven todo desde cada detalle, inventan nuevas formas de cometer el delito, cada vez tienen mas poder que las propias autoridades, que incluso las propias personas los asocian con el hampa común, ya que delatar a un delincuente puede ser lo mismo que enfrentarse a estos, teniendo los mismos a la población bajo amenazas constantes.
¿Habrá alguna forma de que los entes gubernamentales puedan hacer algo al respecto en verdad?, cada uno tiene su punto de vista y puede dar sus opiniones personales, no es fácil controlar la delincuencia y tampoco se puede eliminar al cien por ciento, en todos lados hay inseguridad, pero todos estamos de acuerdo que en pocos lugares se asesina tanto como en nuestro país y sin estar en guerra, y es que todo es una cadena, desde los malos tratos en los penales como la corrupción dentro de estos que facilitan la entrada de armas y drogas dentro de los recintos, que no han logrado mas que el hecho de que incluso las fuerzas armadas se enfrenten contra los rehos en prácticamente guerras que tienen la historia de durar incluso días.
El control de armas es algo que simplemente no se merece el nombre, ya que prácticamente cualquier persona tiene un arma en su casa, incluidos jóvenes y hasta niños que se dejan llevar por el mal camino y se vuelven miembros de estos ejércitos de delincuentes que azotan al Venezolano común.
No se puede dejar de lado también los malos salarios de las autoridades y funcionarios que los tientan a la corrupción, haciendo normal pedir pequeños montos de dinero para dejar pasar cualquier delito, e incluso a amenazar con falsos cargos a inocentes que no aceptan pagar.
Los altos precios a los que nos estamos enfrentando y la escasez de comida ayuda a que las personas con pocos recursos se vean obligados a buscar distintas formas de obtener dinero y poder mantener a sus hijos ¿que harías si tuvieses que alimentar una familia de 4 miembros, sin trabajo, o quizás con uno, pero que simplemente el sueldo mínimo no te alcance para alimentarlos?, la mayoría de los venezolanos en el diciembre pasado nos vimos en el dilema de comprar los estrenos o de comprar la comida, y también muchos nos vimos obligados en dejar la costumbre de comer uvas por las doce campanadas que le dan entrada a el nuevo año.
Mirar a afuera y ver a las personas hacer cualquier cosa para sobrevivir en el país que se supones es el de las posibilidades, donde los extranjeros que buscaron oportunidades aquí ahora se tienen que ir por que no pueden mantener sus negocios, que todos los fines de semanas solo en la capital asesinen un promedio de 50 personas, donde en los liceos hay armas y en las cárceles guerras, te dejan pensar y reflexionar sobre cual es la verdad y el por que no nos informan sobre ella.