lunes, 4 de mayo de 2015



En esta oportunidad, citare a un compañero politólogo llamado Renzo Garrido, de ideología de izquierda pero que en su accionar de pensamiento hace una síntesis de forma empírica en un articulo político de gran envergadura. 

sin mas preámbulos les dejo este articulo.


La Salida
Por: Renzo Garrido

Desde hace 14 años estamos inmersos en un gran paradigma histórico a nivel mundial, no solucionado desde la victoria forjada por los Aliados a través de “La batalla de Berlín” ni a través de la caída del gran gigante de la Unión Soviética. “Socialismo o barbarie capitalista”, a partir de aquel momento, las ideas denominadas “de izquierda” han tratado de subsistir a todas las embestidas en su máxima expresión por parte del poder hegemónico con una actuación dictatorial, en la que se ha tratado no sólo de defenestrar a la ideología, sino a todos aquellos seguidores o colaboradores que le siguieron a través de todos estos procesos históricos, podríamos decir que esto es un acontecimiento normal en la lucha de clases, pero de alguna manera los actuales sistemas hegemónicos han evolucionado para así subyugar los ideales socialistas, razón por la cual nos debemos ver en la necesidad de hacer la revolución dentro de la Revolución, y aquí entra en pugna nuestra interpretación acerca de lo que debería ser la gran transición hacia el Socialismo en el siglo XXI, que básicamente es nuestra interpretación del socialismo, aunado a otras corrientes praxeológicas como la Mariateguista, sandinista y zapatista, por no extenderme tanto.

Ante todo, hemos de definir al ser humano como “el progreso de lo imperfecto”, razón por la cual toda esta pugna no es más que el conjunto de sensaciones que puede sentir cualquier venezolano en busca de gestión de su día a día, en un mundo donde el capital rige toda directriz humana, ese fatídico mundo donde los grandes intereses económicos individuales van por encima de los colectivos, donde las personas creen que no necesitan de nadie para subsistir –contrariando,a la evolución a nivel social del hombre-; podemos pensar “qué absurdo puede parecer esto” pero Richard Dawkins en su ensayo “El gen egoísta” nos afirma que todos los organismos son meras maquinas de supervivencia individual. Pero como sabemos bien el ser humano actúa no por sus genes sino por el conjunto de estímulos que lo rodean a lo largo de su vida. Es decir, que la conducta y el comportamiento del ser humano dependerá del aprendizaje que tenga a lo largo de su vida teniendo así todo para ser un gran ser humano “en un mundo capitalista obviamente”.

Dicho esto podemos pensar qué tiene que ver todo esto con la salida (término usado por sectores de derecha para el derrocamiento del Presidente de la República), ya que se nos ha intentado hacer creer que todo esto no sucedería si no gobernara Nicolás Maduro Moros.

A lo largo de este tiempo reflexiono cuán pesimista somos, esto no es meramente culpa de Nicolás Maduro debido a que nos hallamos con un país 100% dependiente del petróleo, que ha tenido fallas no sólo a las alternativas  y producción aparte del oro negro, sino a la gestión tan necesaria que se hacen ver en el día a día de la crisis de la economía mundial ¿Qué podemos esperar si los ingresos bajan y los egresos suben? Un colapso obviamente, esté quien esté de turno en la presidencia. Uno de los grandes problemas en lo que ha sido los gobiernos socialistas.

Teniendo esto como escenario para nuestra actuación tenemos el problema en nuestras narices  y es que el problema de la salida (en este caso la salida de la crisis que atravesamos como guerra económica y moral) es un problema dialéctico-ideológico en un 80% y 20 % político-económico.

La personificación de que éste proceso esté y fue basado en un solo hombre (Hugo Chávez) ha sido una malinterpretación dialéctica, craso error que recayó sobre las posibilidades del hombre libre. Nunca se pensó o idealizó una revolución sin Chávez, así él mismo afirmara que existían líderes para continuar el proceso en varias de sus entrevistas. Por eso constantemente pienso en la campaña “Chávez somos todos”, “Chávez corazón del pueblo” además del mero marketing, éste ocultaba un trasfondo no tan difícil de discernir: empezar a asumir que no sólo es Chávez el socialista, el humanista, el artífice de la unión latinoamericana, sino que todos somos parte de este proceso revolucionario y no basta solo con ser un observador –enajenado ya de la política, un interés más de las manos del Mercado-, mas debemos como gobierno con un sistema participativo y protagónico formar nuevos hombres, dotar a nuestro país con las condiciones aptas para el funcionamiento perfecto de un gobierno socialista y alejarnos de los vicios y el doble discurso, ¿Por qué? El escenario se nos convierte en un arroz con mango tal cual podemos percibirlo en la actualidad. Estamos viviendo en corrupción, ella es algo sumamente normal en nuestra cotidianidad, pocos asumen un compromiso verdaderamente  revolucionario y reivindicador en el país en lo que llamaríamos camino al socialismo.

Entonces el que Chávez ya no esté con nosotros debe ser asumido con firmeza y llevar verdaderamente su legado, que no es más que el ideal del socialismo en el siglo XXI, en otras palabras, podemos resumirlo en una cita de Lenin tan oportuna como históricamente cierta: “No hay proceso revolucionario sin teoría revolucionaria”, pero esto no sólo debe quedarse en la teoría, sino surgir en la praxis como parte de la evolución humana. Cómo podemos lograr esto -podrán preguntarse y a la vez responderse-, ¿será que agarremos nuestro pedazo de tierra llamado Venezuela e irnos fuera de la tierra? Como sabemos es imposible aislarnos del mundo, aunque sinceramente no es una opción viable por los hechos históricos acontecidos a nivel mundial.

La clave de este problema está en los estímulos –para con la sociedad-. Éstas pueden devenir en imponer duras penas al corrupto, cárceles especiales para ellos, trabajo forzado y no una fachada mediática que no corresponda con la realidad. “Oh, cuán dictatorial se lee eso” pero creo que es nuestra cotidianidad, esto haría pensarlo dos veces antes de cometer cualquier acto ilícito, en pocas palabras traer una justicia más dura, sea con quien sea, sin llegar a las leyes draconianas, o a no ser proporcionales las penas con el mal realizado, con esto podremos erradicar el amiguismo –un parásito interno en las filas de la Revolución- y hacer del Proceso un verdadero cambio dentro de ese conjunto llamado sociedad. Tampoco quiero hacer una larga lista de lo que debería hacerse, simplemente escribo lo que me viene a la mente como venezolano en busca de un país socialista.

Puedo afirmar sin extenderme tanto que la salida es la formación de hombres y mujeres socialistas ¡las cuales tendrá sacrificios! Caiga quien caiga siempre pensando en la patria socialista ¡Vamos adelante, asumamos el compromiso para con la Patria, transicionemos y triunfaremos!

Cabe destacar que para que exista la libertad de pensamiento se deben aceptar todas las ideas, sean de las direcciones que cuales fueran. izquierda, derecha o centro, sin extremismos, porque es bien sabido que lo extremo acarrea problemas ideológicos y estructurales.


Frase política en desarrollo: La libertad de nuestros pensamientos es de gran relevancia para la nación.

Politólogo. Eduardo Gonzalez 
twitter: @Educratico

Colaborador y Politólogo Renzo garrido
Twitter: @renzonheru2

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