Cartel del Plan Marshall
Para hacer un poco de retrospectiva, el Plan Marshall fue el rescate
económico que, de alguna u otra forma, ayudo a salir de la crisis a los países
involucrados en la Segunda Guerra Mundial, y, en ese momento en donde los
cimientos productivos, tanto de industria como de agricultura habían sido
destruidos, los Estados Unidos, en su afán de revitalizar el mercado europeo,
inyecta dosis de dólares a los países más afectados.
Entre ellos, serían Alemania, los Países Bajos, Luxemburgo, Francia,
Inglaterra, Portugal, Turquía y Noruega, los cuales, vivieron en carne propia
los terrores de la guerra, y al final de la misma, se encontraron con que sus
industrias, sus avances y sus agriculturas habían sido prácticamente
destruidas, con lo que una salida a ese caos no se veía, hasta que Estados
Unidos, sea por conciencia o influencia en su sistema capitalista, ayuda con
grandes sumas de dinero para resolver problemas de infraestructuras, industrias,
producción y agricultura.
División del dinero inyectado a los países
Lo novedoso en ese momento del plan era que, a diferencias del posible
financiamiento que se pudiera aplicar a los países, este dinero era usado y
reutilizado, en el sentido de que el país al que fueran destinados los
recursos, los usaría para aplicarlos en los sectores en donde más crisis
hubiera, por ejemplo, en la reconstrucción de empresas, de industrias pesadas
como la metalúrgica o la de construcción de viviendas, o en asuntos como la
agricultura, la siembra de plantas o simplemente, la rehabilitación de las
ciudades europeas más afectadas por la guerra, véase Berlín, Varsovia, Atenas,
Estambul, Róterdam, Londres y muchas otras, con esta tónica, un gobierno era
capaz de usar los fondos, y al tiempo que tomaba acumular la cantidad que se le
fue suministrada, devolverlo y aplicarle la cantidad de intereses para no
devaluar el préstamo, lo cual se llama un fondo reciclable, algo novedoso en los
años 40 y 50, lo cual llevo a países como Alemania, Holanda y Turquía a
recuperarse de una manera fuerte y prospera, claro, con la supervisión de los
organismos competentes controlados mayoritariamente por los Norteamericanos.
Pero este es el dilema, esos países acababan de salir de una guerra que
había durado 6 años, y que habían cobrado 20 millones de soldados y más de 30
millones en civiles, pero Venezuela no, en cambio, se han llevado decisiones
económicas erradas, un modelo que, como se ha visto en los años, no sirve, un
plan de expropiaciones, los ajustes y controles cambiarios que lejos de mejorar
el manejo de divisas, han creado un mercado negro que, aunado a la inflación,
han disparado el dólar, una industria mermada, una línea productiva totalmente
inexistente, además de problemas de abastecimiento, hacen de la situación
venezolana, algo especial, como si Venezuela hubiera pasado por una guerra o
algún conflicto bélico, sinceramente, los venezolanos no queremos ya conflictos
políticos, si no soluciones económicas a esta situación sin precedentes.
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Ing. Alfredo Gonzalez
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